La interacción entre las desigualdades, el desempleo y la pobreza con la condición de salud es un fenómeno ampliamente abordado desde el estudio de estas condiciones sociales como determinantes de la salud-enfermedad. Menos atención ha recibido la asociación, en el sentido inverso, de la promoción de las prácticas de autocuidado y los estilos de vida saludable, como precursores de condiciones de mejora en la empleabilidad y el desarrollo sociolaboral de las personas en situaciones de vulnerabilidad. Con esta orientación, en 2020, con el apoyo del Fondo Social Europeo, la ONG Acción Contra el Hambre y el Grupo de Investigación en Epidemiología Nutricional (EPINUT) de la UCM, pusieron en marcha el proyecto de innovación social “Vives-Emplea Saludable” dirigido a personas desempleadas en riesgo de exclusión. En su dimensión de proyecto de investigación-acción-participación y conscientes del papel de estos aspectos sociales y socioeconómicos como determinantes de la salud, la empleabilidad y la calidad de vida, se abordó el análisis de como el grado de bienestar físico, emocional y social actúa interseccionalmente sobre otros factores como la discriminación, la inequidad de género, el edadismo, el acceso a la educación o el desempleo, golpeando especialmente a los colectivos más vulnerables. La formulación del nuevo proyecto perseguía rediseñar el itinerario de inserción sociolaboral de la ONG, para integrar la educación en salud, de forma transversal. La investigación asociada analiza su impacto cuantitativo y cualitativo en la mejora de la empleabilidad de los participantes, al repercutir positivamente sobre la confianza, autoestima y motivación, ligadas al autocuidado.

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