Los pobladores del municipio de Teotitlán de Flores Magón en la Cañada oaxaqueña, han percibido durante los últimos años las trasformaciones del espacio natural en que se desarrollan, específicamente las concernientes al agua. Tanto las alteraciones del ciclo de la lluvia como la disminución de la presencia del vital líquido, afectan de distintas maneras a los habitantes y hacen que el agua cobre mayor relevancia. El municipio de estudio se conforma por cinco localidades, entre ellas Teotitlán y Vigastepec. Ambas localidades se encuentran en nichos ecológicos diferenciados: en el primero predomina el clima semiseco, las altas temperaturas y su población es mayoritariamente mestiza. Por el contrario, en Vigastepec el clima que predomina es el bosque templado con temperaturas más frías y la población en su mayoría es nahua. En ambas localidades, según su tradición oral, existen distintos seres, espíritus o vientos (según los términos propios del municipio de estudio) vinculados con el agua. El principal objetivo de la ponencia es explicar cómo estos seres se relacionan con el vital líquido y con las transformaciones del espacio natural en Teotitlán de Flores Magón. Parto de la hipótesis que el susto y la enfermedad que generan los espíritus del agua es un mecanismo dentro del sistema de creencias de los pobladores para autorregular el uso y abuso del líquido.