Esta presentación es una revisión retrospectiva de una experiencia de trabajo realizada en el marco de las restricciones impuestas por el confinamiento durante la pandemia del 2020. Partimos de la forma en que nuestro trabajo se vio modificado para ajustarlo a las condiciones de distanciamiento con las personas que trabajamos en una comunidad purépecha del estado de Michoacán que desde el 2018 ejerce su autogobierno. En medio de diferentes tensiones vinculadas con las formas convencionales de investigación y las desigualdades prevalecientes en el medio rural mexicano, encontramos aquí que los medios digitales, entre los que se encuentran las aplicaciones para grabar y editar imagen y video con teléfonos móviles, no sólo constituyeron una alternativa y un espacio para continuar la investigación, sino que ofrecieron la posibilidad de explorar nuevas formas de colaboración y participación que pueden trascender esta coyuntura al contribuir en la coproducción de narrativas políticas y culturales entre actores sociales y académicos. Ejemplificamos lo anterior con materiales generados con la intervención de diferentes actores como son niños, jóvenes, profesores y autoridades comunitarias.