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Luchas y parroquias en la emergencia del movimiento feminista en catalunya (1969-1985)

Laproliferaciónde grandes polígonos de viviendas a lo largo de los años 70 y 80 del siglo pasado amplió en muchos entornos urbanos las luchas obreras de las fábricas a los barrios. Una organización espacial fordista supuso la aparición de un tipo de organización de los vecindarios que imitaba el de las concentraciones industriales: el sindicalismo vecinal. En Cataluña, este proceso arrancó en el marco de la represión política franquista, que obligó a emplear instituciones toleradas por la dictadura franquista como paraguas de la actividad vindicativa de los barrios: asociaciones de vecinos, de cabezas de familia, de amas de casa. Dos variables son significativas en este paisaje. La primera es el papel de la Iglesia, que, en un contexto marcado por las doctrinas del Concilio Vaticano II, cambia de bando y hace suya la impugnación del régimen franquista, sobre todo entre las organizaciones pastorales de base. La otra es el protagonismo que toman las mujeres en las contiendas vecinales, puesto que eran ellas las que sufrían de forma más inmediata las carencias en materia de infraestructuras o la carestía de la vida. Esta comunicación atiende el protagonismo de las mujeres en las luchas urbanas y el papel que en estas jugaron locales parroquiales en los que se desarrollaban formas de sociabilidad específicamente femeninas y cómo fue que, de ese escenario, aparecieron las primeras formas de conciencia y organización que colocaba en primer término las reclamaciones femeninas en favor de la igualdad.

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