El sexo antes de américa
¿Cómo los pueblos de Abya Yala pensaban la sexualidad antes de que fuera América? Su marco es estándar: intercambio de las mujeres por los hombres (teoría de la alianza), con poliginia dominando, redadas, trueques y regalos de mujeres, hospitalidad sexual... Varios mitos amerindios revelan una humanidad masculina: las mujeres son fabricadas para hombres. Pero varias crónicas muestran a mujeres enamoradas, apasionadas. Lo que llama la atención es la profunda interacción entre lo cósmico, lo sagrado, lo sexual. La unión de los dioses Sol, cuyos rayos son esperma, y Luna, crea el mundo. Se equiparan Sol fecundando a Tierra y hombre fecundando a mujer. Como en la antigua China, el sexo humano refunda la creación del mundo por Sol y Luna. Los seres vivos, animales y humanos, son sometidos a un único potencial reproductivo: la sexualidad debe medirse para preservar las demás especies. La mujer puede ser objeto de una alianza cósmica, entregada a los animales para ser devorada o usada, a cambio del conocimiento que el animal enseña. Así se moldea la sexualidad humana: el incesto inicial de Sol con su hija enseña a los hombres la exogamia. A menudo se glorifica la virginidad, exigida a los sacrificados, únicos dignos de los dioses. El adulterio femenino suele condenarse, creador del desorden cósmico. La cerámica mochica amplía el misterio: acompañando a los difuntos al más allá, representa una sexualidad no reproductiva. ¿Por qué? A pesar del amplio abanico de culturas, la sexualidad amerindia es profundamente marcada por un erotismo cósmico y sagrado.
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