Los cuidados son imprescindibles durante toda la vida de las personas. Su intensidad varía en función de la etapa vital y el estado integral de salud, y su organización se gesta a partir de la intersección entre el género, la generación y el parentesco. Pese a su importancia, los cuidados están invisibilizados, poco valorados, feminizados y hogarizados. En esta comunicación exploramos una dimensión tabú del cuidado familiar: cuando las personas mayores actúan de forma violenta hacia sus cuidadoras familiares. Nuestro objetivo es explorar la experiencia del cuidado familiar a partir de un estudio de caso en el que el padre dependiente ejerce violencia contra una de sus hijas cuidadoras. Las técnicas de recolección de información fueron la entrevista semiestructurada individual, realizadas a las hijas cuidadoras, y la observación participante. Los primeros resultados muestran que: primero, el comportamiento violento hacia las cuidadoras familiares es un tema delicado que suele silenciarse entre los familiares de la persona cuidada para salvaguardar la situación de cuidado, anteponiendo con frecuencia el bienestar de esta sobre el de la cuidadora; segundo, que el ejercicio de violencia y maltrato hacia un familiar en el pasado puede repetirse en el futuro incluso cuando se depende del cuidado de este familiar. Esto perjudica al bienestar de las cuidadoras familiares, en lo tocante a la salud, el empleo y la economía. La originalidad de esta comunicación es que ahonda en una temática de estudio con escasez de investigaciones al respecto.

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