El trabajo de campo etnográfico, desde la investigación realizada por Malinowski en Nueva Guinea, ha estado muy ligado a la metodología de la “observación participante” donde un investigador externo debe formarse e introducirse en el grupo humano a estudiar. Sin embargo, la evolución social y educativa a lo largo del tiempo ha permitido acercar la investigación etnográfica a un grupo más abundante, por lo que los entornos y grupos a estudiar también se han ampliado. Paralelamente, nuestra concepción del patrimonio cultural ha avanzado hasta la consideración de las tradiciones rurales como una muestra de identidad colectiva. Con todo ello, cada vez hay más personas interesadas en los análisis e investigaciones de sus propios entornos, por lo que se ha expandido esa etnografía “en casa”, que implica una serie de ventajas y desventajas a considerar a la hora de abordar un trabajo de esta índole. A modo de ejemplo del tema a desarrollar, se utilizará la investigación en curso en la zona burgalesa de Cuatro Ríos Pasiegos, donde se está llevando a cabo una investigación sobre la etnografía y la arquitectura tradicional, para elaborar un documento patrimonial completo, as como un catálogo de elementos arquitectónicos y una guía de buenas prácticas para el patrimonio pasiego construido.Por tanto, el objetivo principal de la ponencia consiste en presentar un debate sobre las ventajas que plantea esta metodología, así como la contrapartida que supone, aplicado a un caso de estudio actual.

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