La desigualdad no sólo tiene una dimensión espacial y simbólica, que permea la experiencia urbana, sino que se sustenta y legitima en un poder performativo que construye subjetividades legitimadas y otredades despreciadas que fijan a los sujetos a ciertos espacios, lugares y recorridos. Esta fijación se constituye en un espacio de disputa, resistencias y resignificaciones mediante las que se construyen y reconstruyen pertenencias y sentidos de lugar. Nos interesa analizar las figuras  subalternizadas de los sectores populares -jóvenes de las periferias populares, repartidores de plataformas digitales, vendedores ambulantes, personas de la diversidad sexual- desde una perspectiva compleja que combina el análisis cultural de clase, la perspectiva interseccional, la geografía humana, la sociología del estigma, la pertenencia, la redistribución y el reconocimiento. Es una investigación de carácter cualitativo, que combina la observación, la etnografía digital, herramientas de la sociología visual, entrevistas y grupos focales, cartografías y recorridos urbanos a fin de explorar las confluencias y contrastes entre desigualdades de clase, de género y étnicas, estereotipos, estigmas y prejuicios que se construyen en torno al ‘otro’ y sus implicaciones en el trato y la experiencia urbana cotidiana. La investigación se centra en la Ciudad de México, y contempla la comparación con la Ciudad de Buenos Aires, a fin de resaltar elementos comunes y contrastantes en las experiencias de la ciudad y en los modos que asume la sociabilidad urbana.