Reparar significa encontrar soluciones a los problemas prácticos cotidianos. Reparar es una manera de restaurar el mundo, su mundo cotidiano. Se refiere a una gran variedad de prácticas cotidianas que son tan normalizadas en las ciudades latinoamericanas que ya no las vemos. Van desde el cuidado de uno mismo, pasando por el fomento de los vínculos sociales a través de iniciativas comunitarias, hasta la reparación de objetos rotos o de la misma infraestructura urbana. A partir de un trabajo etnográfico de más de una década en diversos entornos de la Ciudad de México, se reflexiona sobre los efectos de múltiples gestos de reparación en la transformación urbana. El texto analiza de manera comparativa el repertorio de gestos reparativos y sus efectos diferenciados en entornos contrastados: una colonia céntrica de altos ingresos fuertemente afectada por el sismo de 2017, un centro periférico de atención al consumo problemático de drogas, un campus universitario marcado por acciones feministas, un tianguis periférico afectado por la pandemia del COVID-19, una oficina gubernamental donde se decide como manejar la pandemia. Mas allá de la acción política concebida como un proceso estratégico, la propuesta es mirar hacia los micro gestos materializados y corporeizados que responden a la injusticia, la desigualdad, el disfuncionamiento y la violencia.

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