SANADORAS A TERRES DE L’EBRE Y PONENT, DE LA TRADICIÓN AL ESOTERISMO
Nuestra intención es presentar una etnografía sobre curanderismo en Terres de l’Ebre y Ponent. El móvil que nos lanzó al terreno fue sondear el estado de salud de esta práctica cultural, supuestamente anacrónica. Puede que ya haya pasado el tiempo de la fe ciega en la bata blanca, de la cesta con jamón y coñac para el médico de cabecera en Navidad o del trato de “don” a los doctores, pero los estudios siguen constatando un claro consenso en la valoración positiva de la medicina clínica en el Estado Español (Lobera, 2020). Entonces, ¿por qué persiste el curanderismo? Una de las respuestas que ha dado la antropología se desprende de la tesis de Ernesto de Martino en su etnografía en Puglia, La Terra del Rimorso. Según el antropólogo napolitano, los comportamientos aparentemente irracionales, completamente desconectados de la cultura hegemónica, son, en cierto modo, un mecanismo para sublimar las opresiones estructurales que se viven en contextos marginales. En ese sentido, la cultura popular se entiende como un mecanismo de resistencia sociopolítica. Esta explicación fue nuestro punto de partida debido a la situación periférica de Ponent y de las Terres de l’Ebre dentro del proyecto político catalán. La pista inicial de la cultura popular se ha ido condimentando durante el trabajo de campo. Especialmente en lo que se refiere al uso de las nuevas formas de espiritualidad. Las curanderas, lejos de estar ancladas a una tradición añeja, se sirven de la expansión de la “nebulosa misticoesotérica” en la cultura contemporánea.
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