La celebración de las ceremonias conmemorativas con la simbología adecuada y con los rituales específicos, moldea la memoria colectiva, genera el sentimiento de pertenencia y marca las fronteras étnicas. Estas prácticas tienen como objetivo legitimar la existencia de la comunidad; estrategia que opera tanto frente a otros grupos con los que existe el contacto como ante los integrantes del mismo. En el contexto migratorio, son frecuentemente las asociaciones étnicas las que, a través de la narración “oficial”, se encargan de “recordar” los acontecimientos pasados y otorgarles significación de acuerdo con las necesidades del presente. Es por ello que los rituales conmemorativos se erigen como tradiciones inventadas, orientadas a garantizar el sustento de las identidades. La presente comunicación pretende centrarse en el caso de los descendientes de inmigrantes polacos y analizar, por un lado, la vinculación que los integrantes de la comunidad mantienen con el pasado histórico de Polonia y, por el otro, la especificidad que adquieren las celebraciones de las fechas patrias dentro de la vida de la comunidad, así como apuntar algunas de las transformaciones que éstas han experimentado a lo largo de las décadas.