Hablar de dieta es hablar del régimen de la vida, sin embargo, este término también permite hacer referencia al conjunto de alimentos que se consumen en un periodo específico y que en ocasiones se enfoca para cumplir objetivos estéticos o de atención a enfermedades. Por esta razón, su uso en múltiples discursos actuales tiende a derivar en nutricionismo y estandarización, los cuales profundizan la fragmentación existente con los alimentos, el entorno, la salud y con nosotros mismos, mientras aumentan las formas de ejercer control sobre nuestras vidas. Estas nociones provocan que nos enfoquemos en la enfermedad, el inmediatismo y el invidualismo, además de la medicalización de la alimentación, con ello poniendo en riesgo el sostenimiento de nuestra vida al cambiar nuestras concepciones de salud, alejándonos de abordajes interculturales y de las posibilidades de reproducir –y en todo caso recuperar– sabores y saberes desde otras formas de vivir. En ese sentido, este trabajo parte de una revisión documental que utiliza la biopolítica y la gubernamentalidad como categorías principales para realizar el análisis de discursos institucionales, especialmente de aquellos generados en el siglo XXI, desde los que se ha construido el discurso hegemónico sobre dieta y salud en México para generar reflexiones que nos permitan dialogar y reparar la comprensión integral que el ser humano tiene de sí mismo y de su entorno, a través de las posibilidades que brinda el recuperar las cosmovisiones e ideas holísticas que aún están presentes en las dietas y medicinas tradicionales en México.