Me lo recuerda Facebook: hace más de seis años de aquella temporada que trabajé en la tienda del Aeropuerto Internacional de Oslo. Durante el proceso de selección tuve que acreditar un nivel formativo de posgrado, demostrar fluidez en la lengua inglesa, además de estar dispuesto a asistir a un curso de iniciación al idioma noruego durante las primeras semanas. También me pidieron la actualización de mi vida laboral, de manera que justificara una actividad ininterrumpida durante los últimos cinco años. Una vez superada esta criba, completé dos entrevistas por videoconferencia, y un mes después me confirmaron mi incorporación, coincidiendo con otros españoles, portugueses y serbios. (...)
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