A través de esta ponencia se analizan las prácticas de mujeres artistas y gestoras culturales que dentro de un vecindario en la ciudad de Chicago han abierto espacios para impulsar las manifestaciones artísticas y culturales vinculadas a los legados de la cultura de origen expresada por múltiples generaciones de origen migrante. Se explorarán los significados que tienen para ellas las labores que realizan, y se dará cuenta de cómo sus acciones al interior del barrio proveen formas de adaptación y al mismo tiempo dan continuidad a resistencias identificadas en la comunidad de origen mexicano que habita un vecindario segregado en Chicago. Finalmente, se presentan algunas reflexiones en torno a la diversidad identitaria que las artistas, gestoras y activistas representan, profundizando sobre algunos puntos de encuentro que las acercan entre si. Reflexionando también sobre los mecanismos de opresión que experimentan como parte de la comunidad artística de origen migrante en los Estados Unidos y las prácticas de resistencia que han generado para hacer frente a los mismos. Derivado del análisis de las prácticas de resistencia, se hará énfasis en la importancia que tienen para para estas mujeres, los saberes femeninos transferidos en los espacios domésticos y que en la actualidad han cobrado gran importancia dentro de las galerías y las prácticas artísticas del barrio.