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EL “PASE DEL NIÑO VIAJERO” EN CUENCA: PRÁCTICAS Y REPRESENTACIONES SOCIALES EN PANDEMIA

El Pase del Niño Viajero es una procesión navideña que se realiza desde 1961, el 24 de diciembre de cada año en el Centro Histórico de Cuenca.  Esta manifestación cultural fue declarada Patrimonio Cultural del Ecuador en el año 2008[1], declaratoria que constituye parte de una serie de “procesos de patrimonialización”. El devenir histórico de la fiesta,  ha traído nuevas formas de organización, nuevas maneras de expresarla, de comprenderla y de sentirla y, más aún, a una nueva dinamia espacial que hoy se presenta en un ámbito transnacional[2], y sin su recorrido urbano. Dicho devenir,en el contexto de la Cuenca del siglo XXI, están relacionados con múltiples miradas que sustentan una diversidad  de prácticas  de esta expresión cultural de Cuenca y su región.   A través de este trabajo se pretende lograr una aproximación a las representaciones sociales y a las prácticas socioculturales en torno al Pase del Niño Viajero en tiempos de pandemia, su supresión, sus cambios transformaciones y quizás la deconstrucción de sus memorias y olvidos, cuestionando, todo ello en  el contexto  las fiestas populares y su legado con relación a la apropiación social del espacio urbano.   [1] Se coordinó el proceso a través del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, INPC [2] Precisamente la fiesta se ha revitalizado en los últimos quince años por el apoyo económico de las personas que han emigrado a Otras temáticas países y que son priostes del pase.  

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