Los derechos en materia de salud reproductiva de las mujeres, en concreto en los procesos de embarazo, parto y posparto, se han visto gravemente afectados a raíz de la declaración de pandemia mundial por la Covid-19. Las autoridades y gestores sanitarios establecieron unas medidas en la atención hospitalaria en aras de incrementar el control social y la seguridad desde una perspectiva biomédica, que implicaron una limitación en la autonomía y capacidad de decisión de las mujeres sobre sus cuerpos durante sus procesos de gestación, partos y pospartos inmediatos. Como consecuencia, se produjo un aumento de la violencia obstétrica y un refuerzo del poder biomédico, legitimado por la excusa de la salud pública y la «protección» de los recién nacidos. Frente a la pasividad de las autoridades sanitarias, diferentes colectivos activistas se han alzado para denunciar este atropello sobre los derechos de las mujeres y sus hijos. Desde una perspectiva antropológica, pretendemos aportar un análisis de los discursos de los agentes sociales implicados, las prácticas y las representaciones culturales que han influido en este retroceso en los derechos de las mujeres en la atención sanitaria al parto, las consecuencias socioculturales que han afectado a las mujeres que han atravesado esta experiencia durante la pandemia, así como las estrategias desplegadas por las afectadas y activistas, basándonos en el trabajo de campo realizado desde el comienzo del estado de alarma en asociaciones de usuarias a nivel nacional y colectivos activistas feministas.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo