Los seres sobrenaturales potencialmente peligrosos son representaciones culturales habituales. Los conocemos como ‘monstruos’. Aquí los enmarcaré en la teoría de Pascal Boyer (1996, 1996b, 2000, 2002), según la cual los conceptos de seres sobrenaturales se caracterizan por presentar violaciones contraintuitivas – i.e. contravienen teorías intuitivas sobre el mundo. Una característica significativa de los monstruos es su antropomorfismo. El modelo de Boyer para la antropomorfización de los seres sobrenaturales distingue entre la atribución de propiedades psicológicas y la de propiedades morfológicas; y propone una hipertrofia cognitiva para las primeras por suponer información culturalmente relevante sobre los seres humanos, haciendo culturalmente significativas a las representaciones en las que aparecen. El argumento de Boyer tiene como corolario la siguiente afirmación: “la proyección de características físicas humanas […] resulta en una proyección […] de psicología intencional; pero una proyección de psicología intencional generalmente no implica una proyección de cualquier otra cualidad humana” (Boyer 1996b: 92). Aquí presentaré una prueba formal, para el caso de los monstruos, del argumento de Boyer. Esta consiste en el análisis de mitos, novelas y películas en las que aparezcan monstruos siguiendo como metodología el Análisis de Correspondencias Múltiples, popularizado por Pierre Bourdieu (1984, 2014 [1999], 2014 [2000]). Este consiste en un método de análisis geométrico de datos (cfr. Greenacre y Blasius 2006; Kirby 2001; Leroux y Rouanet 2004, 2010) adecuado para fortalecer, a partir del caso de los monstruos, la consistencia de la hipótesis de Boyer sobre la asimetría en la proyección de características antropomórficas en las representaciones de seres sobrenaturales.