En esta ponencia propongo una reflexión en torno a la construcción de la sexualidad en el trabajo, problematizándola e insertándola en un contexto de relaciones interétnicas e interclasistas marcadas por una estructura “racializadora, inferiorizadora, y deshumanizadora” (Walsh,2010). La propuesta nace de una investigación realizada en Ecuador, entre 2018 y 2019, y cuyo objetivo era conocer las percepciones que tienen las trabajadoras y trabajadores sobre el Acoso Sexual en el trabajo. La construcción social de la sexualidad está atravesada por el bagaje cultural de los sujetos y las proyecciones de la cultura dominante, dando lugar a una tensión entre una construcción libre y agenciada, y una sexualidad funcional al sistema. En este contexto, las trabajadoras sobreviven en un espacio laboral que las aboca a una pugna entre la violencia de los estereotipos –reproductores del sistema y de la estructura que las “racializa” y reifica– y la construcción “libre” de su sexualidad y su deseo. En este sentido, se hace necesario abordar este tipo de violencias en el trabajo desde la perspectiva que propone la interculturalidad, un enfoque que abogue por el respeto a las diferentes formas de construir la sexualidad y el deseo, pero que, a su vez, rompa con las relaciones de explotación que llevan a las trabajadoras a asimilar una estructura que las fuerza, que les quita agencia, y que sobreexplota su sexualidad en el proceso de reificación capitalista.