Estudio cualitativo basado en 86 entrevistas personales entre octubre 2020-octubre 2021 a 92 profesionales (54 mujeres, 38 hombres) del sistema de atención y protección social y sanitario en Lleida, La Rioja, Murcia, y Andalucía, con el objetivo de explorar su perspectiva sobre el impacto del COVID-19 en el colectivo de migrantes que trabajan como temporeros/as en agricultura. Se realizó un análisis temático inductivo de las transcripciones con Atlas.ti-9, en el que se identificaron cinco temas: 1) ”Ellos lo que quieren es trabajar”: presentismo laboral y ocultación de los síntomas por miedo a perder la jornada de trabajo y/o ser expulsados de la vivienda, 2) Precariedad de los contratos (si los hay) por días y falta de coberturas de baja laboral, 3) “No existía el grupo burbuja”: los iban rotando de invernaderos y localidades, lo que facilitaba la transmisión), 4) Dificultades para cumplir las medidas preventivas y de contención debido a las condiciones de hacinamiento e infraviviendas (falta de agua e higiene), falta de medios y redes de apoyo y 5) Culpabilización y estigma de los temporeros. La crisis sanitaria y social derivada de las primeras oleadas de la COVID-19 durante la campaña agrícola de 2020 visibilizó y agravó las situaciones de vulnerabilidad y exclusión social de las personas migrantes que trabajan en agricultura, lo que a su vez dificultó el afrontamiento de la emergencia sanitaria. Urgen soluciones políticas para asegurar condiciones de vida, empleo y trabajo dignas a este colectivo de trabajadores/as especialmente vulnerables a la precariedad y explotación.