Hacer trabajo de campo en el seno de una sociedad tan fuertemente patriarcal y con roles de género estrictamente delimitados y definidos como la de los sikhs siendo mujer, occidental y feminista te confronta ante una serie de situaciones a menudo difíciles de gestionar y superar. Esto pone constantemente en tensión el avance del trabajo de campo. La continua imposición de limitaciones, restricciones, menosprecios e incluso situaciones de abuso hace complicado avanzar con entereza en el proceso de investigación. Si además de eso, encuentras que las propias mujeres de la comunidad te ven como una oportunidad para el desarrollo de su agentividad, y no dudan en comprometerte en situaciones o prácticas no lícitas en el seno de la comunidad, tu lugar en el proceso de investigación se enmarca en un espacio de “riesgos” que puedes asumir o desdeñar, pero que en todo caso debes gestionar. En esta comunicación se presentarán diferentes situaciones vividas y gestionadas durante mi trabajo de campo con la comunidad sikh en localizaciones tan diferentes como Barcelona, Londres y distintos lugares de la India: las dificultades encontradas por mi condición de mujer, así como las soluciones encontradas para lograr una etnografía lo más exitosa posible, sin que el abandono o la desafección fueran vistos como el potencial final.