Zoraida explica en la entrevista que realizamos como parte de mi tesis doctoral su primera experiencia de violencia en el contexto del conflicto armado vasco: su cuerpo expuesto a una carga policial inesperada. La vulnerabilidad, desprotección y falta de control de la situación la representa en el vívido recuerdo de su fijación por no perder las sandalias. La violencia expresada en detalles cotidianos se repite en las distintas entrevistas a mujeres que han vivido en el País Vasco durante el conflicto armado. Elementos simbólicos intentan ser la expresión de lo inexpresable y ofrecen claves para detectar las violencias que no aparecen en los escenarios testimoniales. Esta comunicación trata de explorar a qué abre detenernos en la escucha de esos signos de desposesión y vulnerabilidad que señalan a experiencias de violencia que suelen ser etiquetadas como “anécdotas” y apartadas de la narrativa pública. Siguiendo la línea de teóricas feministas que reivindican el lugar de enunciación de lo considerado como íntimo y privado e insisten en la necesidad de nombrar la violencia para desplazarla (Cockburn, 1998; Confortini, 2006; Hernández y Jaramillo, 2000; Segato, 2016, entre otras), esta indagación pretende destrabar la comprensión de las violencias, desde el campo y en la propia relación de la investigadora con el mismo.   ((*esta comunicación pertenece al panel: Baina hori nola leike?: Lo (in)decible y lo (in)comprensible en el campo.))

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