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TENER UNA CASITA EN APOTE: UNA EXPERIENCIA NEORRURAL DE LA CLASE MEDIA COCHABAMBINA

A 12 kilómetros de la plaza principal de Cochabamba se encuentra la zona rural-urbana de El Paso, del municipio de Quillacollo, caracterizada por su bello paisaje. Un área que conserva los mayores atributos del valle cochabambino, la fertilidad de su tierra y la presencia de afluentes de agua, que la convierten en un sector privilegiado por la creciente desertificación y sequía que afronta la región. A principios del Siglo XXI esta zona comenzó a recibir población urbana de renta media/alta que se asentaba tanto de forma definitiva como a través de la constitución de segundas residencias. Este flujo de población se ha ido incrementando y actualmente se ha convertido en una de las zonas de más alta renta del área metropolitana, en la que se combinan residencias de alto valor inmobiliario con espacios de esparcimiento para la población urbana de Cochabamba. Esta presencia de población blanca/mestiza en un espacio indígena/campesino y rural constituye un caso de neorruralidad que cuestiona profundamente los esquemas históricos de reparto de la población, basados en la distinción urbano - blanco/mestizo y rural - campesino/indígena. Por ello, se pretende indagar cómo incide en la vida comunitaria local la presencia de nuevos habitantes, analizando el tipo de relaciones e interacciones que establecen con los comunarios y las tensiones que surgen en esta convivencia atravesada por una desigualdad étnica y social. Esta comunicación plantea el caso de estudio, realizando un recorrido historiográfico por la configuración espacial y social de la región y presenta los objetivos de la investigación.