Video

¿POR QUÉ ÁFRICA SIEMPRE ES UN OTRO? REFLEXIONES SOBRE EL LEGADO COLONIAL EN EL CINE AFRICANO

La consideración de África como un todo es una constante en el imaginario de occidente a través del medio audiovisual. Esta idea se repite en la categoría cine africano (Olivieri, 2009), amalgamando bajo este rótulo una pléyade de filmografías dispares y obviando sus diferencias (cine del Magreb, cine egipcio, cine subsahariano anglófono, lusófono, francófono, cine africano en la diáspora, cine europeo sobre África o hecho en África, cine hecho por africanos en cualquier lugar). Algunas de estas compartimentaciones, hechas por los teóricos del cine africano, mantienen referencias a la colonización como argumento clasificatorio, porque el imaginario de lo africano ha sido hasta tiempos recientes un monólogo de occidente, una comunidad imaginada (Anderson, 1997); imaginada en gran medida por un occidente autodefinido. La denominación cine africano pareciera romper con este monólogo, presentando estas cinematografías como la verdadera voz de África si bien la etiqueta lleva implícita un proceso de alterización y desde sus orígenes deja abiertas muchas cuestiones sobre su definición: ¿Qué es lo que convierte estos cines en africano? ¿La procedencia de sus directores, productores o actores, la temática, el lugar de filmación...? La financiación y difusión de estas obras por medio de Programas de Ayuda al Desarrollo y ONGs dan visibilidad a estas obras, pero al mismo tiempo suponen una instrumentalización de su africanidad, abocando a los cineastas a construir una cinematografía de la otredad.