USOS PATRIMONIALES Y TURÍSTICOS EN LAS POSTALES DEL FESTIVAL DE LA CANCIÓN DE EUROVISIÓN DURANTE EL SIGLO XXI
Desde la XV Edición del Festival de la Canción de Eurovisión, celebrada en 1970 en Ámsterdam, es tradicional la emisión de breves vídeos que preceden cada actuación. Conocidos como postales, estos cortos ofrecen generalmente un mosaico cultural del país anfitrión, realzan los referentes patrimoniales de cada estado participante, presentan a los artistas en variopintas situaciones o combinan varias de estas opciones. Nuestra propuesta analiza las 437 postales emitidas durante las 21 ediciones del Festival celebradas en el siglo XXI. Como criterio de inclusión hemos establecido el uso del patrimonio como elemento central, ya sea en la elaboración de una cartografía cultural del país anfitrión o, por el contrario, símbolo representativo de cada país participante. Para ello, hicimos uso de las «categorías UNESCO», ya que nos permitía realizar simultáneamente una lectura crítica del papel de las clasificaciones y definiciones culturales impuestas desde instituciones globales. Los primeros resultados destacan: a) la hegemonía de la concepción monumentalista (y esencialista) del patrimonio, tejiéndose el concepto mediante los hilos de la antigüedad y la exclusividad y; b) una exposición del estado como turísticamente viable y culturalmente consumible, sentando un sólido y perfectamente visible maridaje patrimonio-infraestructuras. Por tanto, las populares postales del Festival de Eurovisión funcionan como mecanismo reproductor de la comunidad imaginada nacional, creando abstracciones nacionales a partir del patrimonio, pero incorporándose a las dinámicas capitalistas del Norte Global a través de la objetivación patrimonio-cultura como producto de consumo turístico.