Territorio, cultura, y religión están interrelacionadas en las prácticas de la población del Valle de Tesistán, por su ubicación en la zona periurbana está constreñida por lugares rurales y urbanos, sistema de símbolos distintos en su concepción que asignan a la vida, el tiempo y el desarrollo. La ciudad y el campo tienen modos distintos de apropiación territorial caracterizados por el modo de vida que representa. Dentro de la vida campesina de Tesistán han existido formas de organizar el territorio: el ejido, le delegación y la parroquia son instituciones que organizan el espacio a través de una cosmovisión compartida y extendida por los procesos sociohistóricos regionales del país. El territorio lleva intrínsecamente relaciones de poder para su control. El lugar se simboliza por la acción, límites y la ideología que imponen sus moradores. La cultura es una instancia de mediación entre los hombres y la naturaleza. Solo se puede vivir en lugares constituidos por estructuras culturales y sociales sedimentadas en el nivel más profundo de la percepción. Este trabajo tiene el objetivo de exponer los procesos de metropolización y rururbanización en la zona periurbana del Área Metropolita de Guadalajara, mediante la disgregación del territorio parroquial; mostrar las tensiones en el territorio ante presencia de cultos distintos a la católica; por último, describir la disputa del espacio público en los nuevos desarrollos en Tesistán. El trabajo forma parte de los hallazgos del trabajo de Doctorado en Ciencias Sociales en el CIESAS, unidad Occidente.