Todos los museos del mundo se han visto afectados por las medidas gubernamentales destinadas a frenar la pandemia de COVID-19. A través de un análisis de las relaciones internacionales, parece que, si bien los impactos directos son similares en todo el mundo, sus especificidades divergen según el contexto, especialmente desde el verano de 2020, debido al avance desigual de la pandemia en los distintos continentes. Centrándonos en la realidad francesa y los debates que allí han surgido, parece que se han planteado nuevas soluciones debido al larguísimo cierre de los museos en este país, tanto sobre las acciones a desarrollar como la forma de crear nuevas colecciones, entre ellas las relacionadas con la propia pandemia. Más que simples adaptaciones a esta situación, estas últimas parecen destinadas a trascender la pandemia del COVID-19, porque responden, de forma original, a algunos de los retos estructurales de los museos. Estas soluciones constituirían así una parte integral de la emergente nueva normalidad de los museos post-COVID, al ayudar a reafirmar o redefinir el significado y las misiones de los museos basándose en particular en su papel social y local, pero también en su sostenibilidad y ética.