La comunicación que presento se inscribe en el marco de una investigación etnográfica en curso que analiza las modalidades de intervención que el sistema de protección a la infancia de Catalunya despliega sobre los jóvenes categorizados como MENA (Menor Extranjero No Acompañado). Este complejo tutelar se compone de diferentes circuitos, profesiones sociales y, por último, diversas categorías sociales consideradas portadoras de alguna anomalía y clasificadas bajo el rubro en riesgo de exclusión social. La aproximación metodológica del estudio ha combinado la observación en centros residenciales con las entrevistas en profundidad con los jóvenes. Quisiera prestar especial atención a la construcción del estigma que acompaña esta categoría, como figura que condensa de forma simultanea tres marcas degradantes y degradadas. A saber, se trata de un menor, extranjero que, además, esta solo. Los elementos que configuran la categoría generan un imaginario que lo señala simultáneamente como victima (es menor y está solo), al mismo tiempo que como culpable (su extranjerizad y juventud encierran un aura de peligrosidad). Esta construcción legitima las diferentes respuestas de intervención que van desde la propedéutica de integración de los centros de protección a la infancia hasta las deportaciones, pasando por el tratamiento policial y que, en última instancia, nos permiten explorar la forma en la que se construye el estigma mena.