LA ESTIGMATIZACIÓN DEL OKUPA COMO ESTRATEGIA DE DISTRACCIÓN
En el estado español se han producido más de un millón de desahucios, durante la última década, según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Hay más de 3,5 millones de viviendas vacías según los censos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Lo que supone que hasta un 13,5% del parque de vivienda se encuentre vacío. Al mismo tiempo, la vivienda ocupada en el estado español, según el Institut Cerdà -la única entidad que ha publicado datos públicos al respecto- supone un 0,34% respecto del parque total de vivienda. Esta enorme descompensación no se ha visto reflejada en los medios de comunicación. Mientras que la vivienda vacía no ha sido tema de debate público en los medios, se han tornado habituales las campañas de desprestigio de la ocupación en las que se magnificaba el fenómeno, encuadrado siempre como un problema de civismo. A este respecto, resulta llamativo que rara vez se muestren ocupaciones de inmuebles vacíos de las entidades financieras ni proyectos de autogestión que pongan en cuestión la propiedad privada. En nuestro trabajo, pretendemos abordar desde el análisis discursivo de marcos, cómo los medios de comunicación procuran un descrédito de la figura del okupa: mediante la publicación masiva de noticias que despolitizan su figura, reduciéndola a un criminal que pone en peligro la propiedad privada. Precisamente porque uno de los objetivos es evitar que se realice un cuestionamiento sobre las propiedades inmobiliarias de bancos, fondos buitre y grandes propietarios en un momento de intensa crisis habitacional.