En septiembre de 2016 se inaugura la Superilladel Poblenou, un modelo de transformación urbana cuyo objetivo reside en modificar la organización funcional de varios tramos y cruces del distrito barcelonés de Sant Martí mediante la implementación de una célula de unos 400 x 400 metros de la trama Cerdà, donde se prioriza el tránsito y los usos estacionarios peatonales frente a la circulación motorizada; todo ello bajo el lema “ Omplim de vida els carrers” [Llenemos de vida las calles]. Tras examinar tanto el diseño como la gestión política de esta transformación urbana, la comunicación se centra en analizar un modelo que, mientras logra algunos de sus objetivos –especialmente aquellos asociados al avance hacia una ciudad más verde, ecológica, y saludable– en las zonas de actuación explícita, presenta fuertes carencias en la vertiente llamémosle social del espacio. Unas carencias, cabe decir, que trascienden el propio proyecto de la Superillay requieren de replanteamientos y cambios en el modelo urbano de la ciudad mucho más profundos y complejos, los cuales cuestionen de un modo directo la ordenación estructural capitalista del medio socioeconómico urbano y los marcos conceptuales moralistas que siguen pesando sobre el espacio público. Sumando también a estos cuestionamientos una reflexión necesaria sobre el urbanismo táctico, herramienta en auge y muy característica del modelo Superilles, que bajo una pátina de cambio, sigue operando en (y por) instancias similares a las del urbanismo más clásico o de carácter estructurante.