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COMUNIDADES Y FRONTERAS ÉTNICAS DE LOS MIGRANTES CHINOS EN ESPAÑA Y PORTUGAL

Hace más de medio siglo de que una famosa obra del antropólogo noruego Frederik Barth sentara una tesis que, tras discutirse hasta la saciedad, permanece vigente actualmente. Esa tesis sostiene que el concepto de grupo étnico sirve, generalmente, para designar una comunidad que se autoperpetúa biológicamente, que comparte valores culturales fundamentales, que integra un campo de comunicación e interacción, y que cuenta con unos miembros que se identifican a sí mismos y son identificados por Otras temáticas, por cuanto forman una categoría distinguible de otras categorías del mismo orden. Antes de que se publicara la obra de Barth, Ethnic groups and boundaries, en 1969, se daba por sentado que las fronteras de los grupos étnicos se mantenían, gracias a su estabilidad a lo largo del tiempo, limitando o anulando la interacción con los grupos vecinos. Sin embargo, Barth sugirió que esas comunidades se reconstruyen en lugares muy distintos de los de su procedencia, en partes del mundo muy alejadas entre sí, gracias a la emigración. Ello es bien evidente en los casos de España y Portugal, a propósito de las comunidades de migrantes chinos. La etnicidad que rezuma en estas comunidades es independiente de la interacción. Algunos de los migrantes chinos interactúan diariamente con españoles y portugueses, lo cual no les impide sentirse parte de la comunidad china. La presente ponencia es el resultado de un trabajo de campo, con metodología etnográfica, desarrollado en los dos últimos años en España y Portugal por los autores de la misma.

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