La violencia de género contra las mujeres es un problema sociocultural y de salud pública, por lo tanto, es necesario deconstruir estereotipos de género para contribuir en su erradicación. Todas las instituciones sociales, así como el Estado deben asumir su responsabilidad. En esta investigación, nos centramos en las instituciones de seguridad y sus agentes policiales, para prevenir la violencia institucional. Estos tienen la obligación de atender con los principios de buena fe, debida diligencia y no revictimización. Se ha identificado la necesidad de formar a los cuerpos de seguridad en diversos aspectos referentes a este problema: atención de casos, prevención de la violencia al interior de la institución policial, respeto y no criminalización de las movilizaciones feministas por el derecho a una vida libre de violencia. Por lo tanto, elegimos diseñar, impartir y evaluar una propuesta educativa implementada en la División Especializada de Atención Policial de Casos de Violencia contra las Mujeres en Razón de Género, de Guadalajara México (DEAVIM). Generalmente no existen procesos de evaluación de procesos de formación. A través del análisis identificamos cambios relevantes en los conocimientos sobre la violencia estructural, cultural y simbólica, así como en la redacción del informe policial y el instrumento de valoración de riesgo, saber manejar emociones y fomentar la empatía. Observamos que el proceso formativo tuvo resultados positivos. Por lo tanto, se favorece la generación de procesos educativos de toma de conciencia, para contribuir en la desarticulación de un sistema patriarcal.