La gran minería ha ejercido una profunda influencia en la conformación de la actual globalización y no solo en el terreno económico. La aparición de nuevos actores internacionales, el fuerte impulso de la demanda de minerales y la debilidad en este nuevo escenario internacional del continente llevó a la Unión Europea a impulsar un proceso de reactivación minera desde el 2008 en el que Andalucía jugó (y sigue jugando) un papel esencial. Para realizar un adecuado diagnóstico sobre los problemas de contaminación minera, las cartografías digitales se han convertido en una útil herramienta. A ese efecto se presentó en julio de 2021 el “Mapa de impactos ambientales mineros de Andalucía y Portugal” (www.mcm/uhu.es) con casos de conflictos de la minería histórica y actual en la región. Desde un punto de vista cuantitativo la localización de conflictos arroja resultados espectaculares por cuanto solo en Andalucía se han identificado hasta 53 casos (frente a los 24 de Portugal), poniendo en evidencia la elevada intensidad de estos problemas en el contexto europeo. El contraste temporal y espacial permite aprender del rico bagaje institucional, empresarial y de organización de la sociedad civil en Andalucía. Pero no solo se trata de aprender de las lecciones históricas para evitar la repetición de pasados errores, sino que se parte de la convicción de que un análisis de los impactos pasados y presentes puede ayudar a definir estrategias políticas, sociales y empresariales eficientes para evitar las “líneas rojas” de la sostenibilidad minera.