CUIDADOS PARA EVITAR EL HAMBRE; COCINAS COMUNITARIAS VECINALES EN EL INTERIOR DE LA ISLA DE SANTIAGO.
La actual propuesta analiza el papel de los cuidados colectivos y comunitarios bajo la forma de ‘cocina comunitaria’ traducida como, grupos de mujeres vecinas de una aldea del interior de la isla de Santiago que se reúnen regularmente para preparar comida para ellas, sus familias y sus vecinos, como un garante de que en cada casa circule un plato de comida cocinada. Me uno a la idea de que la cocina comunitaria se inscribe en lo que la teorización feminista identifica como “culturas de la responsabilidad” y de las relaciones personales que no son de orden económico o por lo menos que no se presentan explícitamente como orientadas hacia el beneficio material (Narotzky, 2007: 312). Por otro lado quiero pensar en el trabajo de cuidado asumido por estas moradoras como una respuesta la acción de cuidar los lazos comunitarios de solidaridad entre las modestas casas aldeanas. Estas reflexiones son el resultado de un trabajo de campo etnográfico en la aldea de Brianda, Santiago de Cabo Verde. Son por lo tanto lazos personales los que van a sustentar estas formas de entreayuda ancladas en criterios morales y amistad entre las madres jefas de hogar en Brianda.Las relaciones de cuidado aquí puestos en marcha en la familia extensa y los vecinos de la aldea entremezcla un sentido de deuda y reciprocidad generizada y que deposita sobre la comunidad de las mujeres toda la carga del cuidado.