La migración es un fenómeno multicausal y constitutivo de las configuraciones sociodemográficas actuales. En el caso del Valle de México esta dinámica ha sido objeto de estudio creciente permitiendo el desarrollo de diversos ángulos y perspectivas. Los niños despliegan, desde su mirada, una capacidad particular de reelaboración de lo quesignifica ser y pertenecer a un origen común y los retos que ellos viven en torno a la experiencia de ser de la ciudad y ser del pueblo. Los niños de origen lidian todos los días con la tarea de significar los espacios que habitan construyendo una imagen de quienes son a través de la mirada y la vivencia de recorrer las calles. Acuden a lugares que les implican grandes contradicciones como la escuela o los parques, sitios donde se saben diferentes al tiempo que sujetos del derecho a estar ahí. Ellos no se detienen en el proceso de significar y apropiarse de los lugares, cargándolos de sentidos y entendiéndolos a partir de una construcción que implica movilizar lo que han escuchado, visto y vivido en carne propia. En esta ponencia exploro, usando diversas herramientas metodológicas, cómo niños de origen Otomí, residentes de la Ciudad de México, producen significación de (y con) los espacios que habitan. Haremos una trayectoria analítica a través de narraciones, diálogos, dibujos y múltiples experiencias lúdicas, para conocer y comprender cómo se relacionan con los diversos lugares y paisajes urbanos, a los cuales les atribuyen un significado, apropiándoselos y relacionándolos con la memoria de su comunidad de origen.