En un contexto de pluralismo médico como el actual, ¿qué formas de curanderismo perviven? ¿qué explica su proliferación en las sociedades occidentales, marcadas por la hegemonía de la biomedicina y por los procesos de secularización? ¿Cómo son los especialistas de la medicina popular actual y qué cambios han experimentado en relación a sus antecesores? Y, por último, ¿qué representaciones y prácticas promueven? La comunicación que se presenta forma parte de una investigación doctoral en curso que tiene como temática el estudio del curanderismo en una zona geográfica de Cataluña. Comparto la definición de la antropóloga Denisse Oliszewski que entiende este fenómeno como una práctica terapéutica no-hegemónica y, por lo tanto, carente de un marco institucional, orientada a revertir dolencias de carácter anímico, físico y espiritual a través de ciertos procedimientos terapéuticos (2017: 196)[1]. A medio camino entre la antropología médica y la antropología religiosa, esta comunicación se centra tanto en los procesos de atención a la salud y la enfermedad de este modelo de atención como en sus cosmovisiones cercanas al espiritismo y a las corrientes espirituales de la New Age. El trabajo de campo etnográfico recoge los discursos y experiencias de especialistas y pacientes del territorio catalán a través de entrevistas en profundidad y observaciones participantes en sesiones de sanación.   [1] Oliszewski, Denisse (2017) “Resignificaciones del concepto de campo de Pierre Bourdieu: El curanderismo y el campo terapéutico” en Papeles de Trabajo 11 (20): 189-212.

(*)El autor o autora no ha asociado ningún archivo a este artículo