España vivió en la década de los años cuareta una hambruna sin precedentes. Las políticas autárquicas de Franco tras la Guerra Civil basadas en el aislamiento y la autosuficiencia desencadenaron una escasez de alimentos que se prolongó durante más de 13 de años. El periodo y las dinámicas asociadas ha sido bien abordado por los investigadores, sobre todo desde el campo de los historiadores sociales. Los antropólogos también nos hemos interesado por aquellos tiempos y aquellas circunstancias. Especialmente en los últimos años, el interés por los sentidos culturales del hambre de posguerra ha ido en aumento, abordando aspectos tales como las relaciones sociales, las estrategías de lucha y resitencia o la memoria y consecuencias derivadas de una experiencia tan dramática. A partir de una etnografia que ha tenido como principal material de trabajo los relatos de supervivientes, nos proponemos abordar en esta comunicación algunas de las particulares reflexiones que permiten las visiones culturalistas. En este caso, trataremos de ahondar en la manera en la que se tensiona el propio concepto de hambre, algo que queda bien a las claras en la distinción que se da entre los informantes al hablar de hambre de verdad y escasez. A partir de este juego con las representaciones, trataremos de demostrar los motivos simbólicos subyacentes, subrayando como las posibilidades del enfoque fenomenológico son enormes a la ahora destapar matices que hasta ahora no habían sidos tenidos en cuenta en el estudio de aquel momento vital transcendental en nuestra historia reciente.