La crisis de cuidados y la irrupción de la covid-19 nos han arrojado a un escenario donde articular nuevas formas de organización del cuidado se presenta como única alternativa a la privatización, precarización y refamiliarización del trabajo de cuidados. En este contexto, emergen arreglos que sostienen la vida en barrios y pueblos, formas de organización que emergen desde la ciudadanía y que apelan a lo comunitario. Están enraizadas en el territorio, apuestan por un cuidado de proximidad y, lejos de definirse de manera clara, se ubican en espacios híbridos, en relaciones no siempre armoniosas con lo público y con las organizaciones del tercer sector. Partiendo de este marco, la comunicación pone el foco de atención en una de tantas iniciativas que surgió durante el confinamiento de 2020, concretamente, en la Red de Cuidados de Algorta, creada en Getxo (Bizkaia). El objetivo es estudiar su recorrido y las formas que ha adquirido hasta la actualidad, para pensar sobre los posibles desarrollos futuros y reflexionar sobre los retos a los que se ha tenido que enfrentar. Con tal finalidad, se lleva a cabo una investigación cualitativa basada en entrevistas en profundidad a participantes de la iniciativa de diversos perfiles. Los resultados arrojan luz sobre las posibles razones que llevan a la red de cuidados a tener la trayectoria que ha tenido y sobre las relaciones con Otras temáticas actores que, bien desde la administración pública o bien desde el tercer sector, han supuesto tanto una ayuda como un obstáculo para su desarrollo.