Nico Tassi (2012) define lo global invisible como la configuración abigarrada que adquiere lo global en lo local: como las experiencias situadas y territorializadas de las personas en el contexto de las ciudadanías capitalistas. Partiendo de la idea de que éstas se configuran a través de las relaciones legítimas de poder y género en el marco de los Estados, en nuestras investigaciones etnográficas hemos observado la expresión de estos procesos de abigarramiento a través de narrativas específicas que obstaculizan los conocimientos, prácticas y habilidades de los grupos percibidos como subalternos (entre los que se encuentran las mujeres). Esto bajo tópicos y prejuicios, que se basan en la idea de que estos grupos subalternos se conforman con menos o que no necesitan acceder a espacios de representatividad para “ser felices”. Representaciones que evidencian prácticas que perpetúan el desconocimiento sobre sus derechos y de los mecanismos que tienen para alcanzarlos. En este contexto, partiendo de las experiencias situadas de nuestras interlocutoras en dos escenarios socioculturales aparentemente disimiles: la política local gallega (España) y la participación comunitaria en salud indígena (Colombia), analizaremos algunos elementos comunes que configuran ese global invisible y que actúan como barreras que limitan el acceso a posiciones de poder de las mujeres.

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