“ESCLAVOS” DEL CACAO: EL TRABAJO INDÍGENA EN LOS CACAOTALES DEL SOCONUSCO COLONIAL, 1524-1680.
La periférica región del Soconusco, al sureste de Chiapas, constituyó una de las regiones más rentables y atractivas de la etapa colonial. La existencia de un considerable número de indígenas unida a la producción del cacao que históricamente se había desarrollado en la zona, hizo que fuera un lugar apreciado por los españoles. Debido a esta situación durante el siglo XVI la Corona fue adueñándose del territorio, convirtiéndola en su encomienda y dirigiéndola desde una gobernación, siendo el nombramiento de los funcionarios responsabilidad directa del rey. La explotación masiva del cacao debido a su alto valor y, al aumento de su demanda hacia la década de 1540, trastocó enormemente la estructura demográfica y social de los indígenas, quienes eran sus principales productores, convirtiéndolos en esclavos de sus plantaciones de cacao. La presión ejercida por los españoles sobre los indígenas para que trabajasen los cacaotales fue constante y promovió, en consecuencia, que los controles y mecanismos establecidos para aprovecharse del trabajo indígena fueran reformulándose de diversas maneras durante los años, rebasando muchas veces los límites impuestos por la Corona. El aumento de la presión tributaria, la sustitución de cultivos de subsistencia por cacaotales o el traslado de indígenas de otras regiones fueron algunas de las medidas tomadas. Para cuando la producción de cacao entró en crisis (en la década de 1640) los indígenas del Soconusco, antiguamente grandes productores de cacao, cayeron en la más absoluta pobreza perdiendo gran parte de sus tierras.