Hace 10 años del fallecimiento del antropólogo José Antonio Fernández de Rota (Universidad de A Coruña), y aunque en el título de este texto he escrito “10 años sin”, en realidad está siempre en nuestro recuerdo y memoria. Su fructífera vida y obra es una semilla humana e intelectual que sigue brotando, no solamente para alumnos privilegiados del mismo como yo he tenido la suerte de ser, sino para todos los que se dedican al apasionante oficio de la antropología. Como gallego universal “bon e xeneroso”, como académico, profesor, investigador, amigo, padre, ciudadano y divulgador de la antropología nos ha abierto caminos que siguen con sus señales puestas y sus metas más que válidas, pero lo que es más importante aún, nos ha dejado una obra de un gran estímulo para el futuro de la antropología.