Al igual que otras ciudades europeas desde la década de los ochenta, el barrio de Chueca en Madrid ha sido objeto, especialmente en los últimos diez años, de las políticas de gestión urbana neoliberal, como el city-marketing y el urban-branding. Su objetivo ha sido posicionar e integrar el barrio madrileño como enclave crucial del circuito turístico gay global. Los efectos de estas políticas, en forma de mercantilización y disneyzación del espacio urbano, junto con la clásica gentrificación, y su versión más reciente, el fenómeno denominado "airbnbzación", han generado movimientos reactivos de una parte del vecindario que clama por recuperar, en sus propias palabras "la identidad LGBTQ de Chueca" perdida en los últimos años, en su opinión, por culpa de un turismo de masas que parece estar más interesado por los aspectos “folklóricos” del barrio que por la reivindicación y la lucha del movimiento gay. Todo el trabajo que estos actores llevaron a cabo para transformar un barrio degradado urbana y socialmente, por medio de la apertura de negocios específicamente orientados al colectivo y la llegada de vecinos gais, parece peligrar por la turistificación. Para ellos, el impacto de COVID-19 es una oportunidad para recuperar el barrio para sus vecinos y vecinas. Por medio de observación participante y entrevistas en profundidad exploramos las propuestas para “hacer barrio” de los actores más críticos con el turismo de masas. El trabajo de campo comenzó en diciembre de 2019 y continuó en periodos de desconfinamiento del barrio en 2020 y 2021.