VIDA Y FUERZA DEL BARRO: profanaciones del oficio alfarero
Esta comunicación sostiene que la alfarería en las tierras del Ebro guarda un saber que sobrepasalas soluciones técnicas en la producción de objetos de cerámica. Allí los alfareros logranconsagrarse en el oficio cuando llegan a manufacturar dos piezas de máxima complejidad, loscaduf o cadup y las tinajas grandes para la conserva de vinos. Para ello es necesario un tiempode aprendizaje prolongado en contacto con el barro como materia en cierta forma sagrada,en el que se comprende que existen imponderables que dan ritmo y forma a su trabajo. Laimposibilidad de reglar ciento por ciento el tiempo y actividades en sus alfarerías se debe,pensamos, a la potencia de este material. De este se testimonia que tiene vida, que manda yque puede llegar a ser agresivo con las manos de los artesanos. Esta posibilidad de encontrarsecon un material que interactúa de una forma muy particular, da sentido al trabajo de los alfareros,y les convierte en unos maestros o magos del barro. Por otro lado, los elementos que dan sentido a su quehacer contrastan con los criterios por los cuales se otorgan diplomas de maestros artesanos en Cataluña, concebidos por algunos de los alfareros como desajustados con sus saberes y, por lo tanto, llegan a molestar a los artesanos mismos.
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