El objetivo de la comunicación es compartir mis experiencias en la investigación doctoral llevada a cabo con Círculos de Mujeres en Brasil desde 2018 y reflexionar sobre la pregunta: ¿Cómo las emociones y el capital cultural de la investigadora-activista se convierten en herramientas no solamente de investigación sino de compromiso, de tejer relaciones y redes?  Desde mi identidad como feminista y mi interés por las perspectivas descoloniales, principalmente de mujeres indígenas, el modo cómo la investigación se realiza es activista. Mis experiencias previas con metodología feminista popular, con basis en la pedagogía de Paulo Freire, fueran fundamentales en el modo de posicionar mi cuerpo en campo. Tengo una preocupación con la simetría de las relaciones en campo, entre las mujeres y sus saberes, lo que se materializa en el ejercicio de construir una metodología participativa. Esa también se desarrolla en términos de una práctica pedagógica descolonial, en la cual los saberes feministas de la investigadora son compartidos en perspectiva dialógica con los saberes de las interlocutoras con el objetivo de reflexionar sobre prejuicios y formas de organización política. Pero tal ejercicio es acompañado de un profundo proceso corporal, en lo cual me percibo afectada por las experiencias en campo, lo que parece resemblar un activismo de doble mano: de la feminista hasta las mujeres en Círculos y de ellas hasta la feminista y investigadora. Pues, los modos de hacer ciencia cambiaran en campo, mi cuerpo fue interpelado y desnudado y mis modos de practicar la política conoceran nuevos contornos.