Desde hace unos 5 años trabajamos por la aceptación y respeto a identidades no binarias y trans* de niñes y jóvenes desde un proyecto de investigación etnográfica y transfeminista. Este acercamiento nos ha permitido construir y repensar metodológicamente las prioridades en la investigación. El trato con personas protagonistas en la lucha por la autodeterminación y el reconocimiento del género sentido ha puesto en cuestión la manera en qué articulamos instrumentos y miradas en la etnografía para trabajar con duros procesos emocionales. Desde este lugar, apostamos por técnicas que permitiera establecer conversaciones íntimas, respetuosas e igualitarias. A partir de un complejo ensamblaje metodológico con instrumentos discursivos, audiovisuales y observacionales, hemos construido un proyecto que permita acercarnos respetuosamente a las vidas de niñes trans* y quienes les acompañan.Cuestiones de cercanía, cuidados y apoyo se han visto recientemente alteradas por la llegada de la pandemia de la COVID-19 y las medidas de prevención asumidas por administraciones que limitan la forma de relacionarnos y el uso del espacio público entre otras cuestiones. En esta comunicación pretendo explorar cuestiones derivadas de los cambios que estas medidas y la pandemia han condicionado el trabajo de campo que he llevado a cabo con niñes y acompañantes de sus vidas en los últimos meses. Concretamente pensaré cómo la obligatoriedad de la virtualización, el distanciamiento social y la falta de contacto presencial junto con la dependencia científica de las lógicas productivas y positivistas han afectado la manera en la que intentamos cuidar/nos en el trabajo de campo.