Tanto Francesc Canals (1877-1899), como Francesc Pla (1893-1918) fueron dos jóvenes barceloneses que guardan en común el hecho de haber nacido y muerto de forma prematura (e injusta según el relato popular) al linde entre los siglos XIX i XX: Mozo de almacén el primero y seminarista el segundo, sus vidas, según la voz popular, fueron lo bastante excepcionales y modélicas como para que, después de muertos, fueran alabados a la categoría de santos milagreros, deviniendo sus lugares de reposo, en el sino del cementerio, lugar de peregrinación para todo aquél que quisiera pedir algún favor por intercesión de lo sagrado.Una centuria y todas sus tribulaciones han transcurrido des de sus muertes, y aún hoy, impasibles, estas dos devociones no reconocidas institucionalmente y a menudo combatidas u atacadas, siguen siendo mantenidas por centenares de devotos que siguen salvaguardando y avivando su recuerdo y fama, salvando, por ende, a ambos personajes de una muerte mayor a la muerte biológica, la muerte social, el olvido.En la comunicación que se presenta se pretende indagar en las fórmulas, contextos, factores, etc. que han llevado a la configuración de nuevas espiritualidades mediante procesos de patrimonialización "desde abajo ", es decir, llevados a cabo por sectores sociales que podriamos definir como subalternos.