El origen de Mami Wata hay que buscarlo al menos hace 28,000 años, donde la encontramos en unas cuevas en Sudáfrica que parecen estar en un contexto de adoración o respeto por parte de los cazadores recolectores. Se trata de una diosa que se representa como sirena mitad mujer y mitad pez. La imagen actual de Mami Wata aparece en el siglo XIV cuando se pone de moda lo que en Alemania se llama Volkerschauen, espectáculos en los que se muestran “hombres primitivos.” Hamburgo es el lugar central de estos espectáculos y el director de uno de estos centros en los que estos espectáculos tienen lugar (Karl Hagenback) encarga fotografías de una mujer de estos espectáculos. Estas fotografías empiezan a circular por África y se interpreta como una fotografía de Mami Wata. La diosa aparece en Surinam en el siglo XVI entre las poblaciones esclavas en donde es adorada clandestinamente por la noche y adquiere un nombre Watra Mama que es Mami Wata en holandés. En el trabajo se construirá una geografía teológica de estos fenómenos que constituyen un elemento central de lo que es el Atlántico. De hecho, los africanos conciben a Mami Wata como un personaje que establece relaciones a lo largo del Atlántico y lo hace habitado y habitable, aunque traigan consigo muchas tragedias y representa la capacidad de Mami Wata de traspasar las fronteras de la religión, el cristianismo, el Islam y el Hinduismo manifestándose su carácter global.