La presente ponencia pretende abordar las formas en las que se ha generado lo que podríamos denominar como la secularización de ciertos conocimientos esotéricos de la religión umbanda en el ingreso de los mismos al ámbito estatal. A través de un acercamiento etnográfico a centros religiosos de matriz africana se pudo constatar la emergencia de por lo menos tres vías de legitimación implementadas por las casas religiosas. Estas vías suponen diversas estrategias, algunas de las cuales apuntan a una fluida relación con el Estado uruguayo. Producto de la extendida y masiva participación de asistencia no umbandista a las playas de Montevideo para la celebración de Iemanjá cada 2 de febrero, la Intendencia de Montevideo firmó distintos convenios con grupos religiosos para que estos no solo se encargaran de la limpieza de las playas, sino además para que elaboraran materiales de reflexión y concientización sobre la importancia del cuidado de la naturaleza. Asimismo, siguiendo el mismo eje, se crearon espacios de intercambio entre religiosos, científicos, funcionarios municipales, y asistencia en general propiciados y auspiciados por el gobierno departamental. Estos vínculos entre el Estado, el gobierno y las religiones nos ayudan a reflexionar sobre los avatares de la secularización uruguaya, pero sobre todo, nos interrogan sobre el ferviente laicismo militante que caracteriza a nuestra sociedad.  

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