La ilusión de la dimensión social de la salud en plena pandemia.
En la gestión de la pandemia por SARS-CoV-2la atención primaria de salud cumple un papel fundamental en la detección precoz de casos, rastreo de sus contactos, aislamiento de las personas infectadas y de sus contactos estrechos, contribuye en el conocimiento sobre la evolución de la enfermedad, así como la protección de quienes cuidan y atienden las personas afectadas (Collado, 2015, Almuedo, 2020, Ministerio, 2020). Asimismo, controlan los problemas secundarios a esta pandemia por SARS-CoV-2, con la identificación de factores de riesgo y factores de protección, teniendo en cuenta los determinantes sociales de la salud (Cabrera et all, 2017, Oliva, 2018, Frank et all, 2020), los síntomas precoces y cuidando en todas las etapas vitales de los procesos de salud-enfermedad, y atención-prevención (SEAP, Menéndez, 1981). A través de un acercamiento cualitativo al primer nivel asistencial a partir de entrevistas en profundidad y grupos de discusión a profesionales de los equipos de atención primaria de salud se da cuenta del “desprendimiento” social (Hernáez, 2011) que se produce en este contexto de pandemia en este ámbito sanitario familiar y comunitario. La situación de emergencia ha instaurado un modelo de servicio sanitario poco integral, con escasa atención a los problemas sociales y económicos para prevenir problemas de salud. Las estructuras, los espacios y las dinámicas en el interior de los centros de salud, así como la mediatización de los servicios sanitarios aproximan un hospitalcentrismo que desde el modelo teórico de promoción de la salud pretendía ir relegando a un segundo espacio.
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