En esta comunicación propongo una reflexión epistemológica, metodológica y política sobre la etnografía feminista como práctica hacker.Revis(it)o mi experiencia de investigación doctoral desde proyectos transfeministas, ciberfeministas y hackfeministas que se vinculan con prácticas hacker y se han apropiado de lo hack para subvertir cualquier sistema codificado, ya sea el cuerpo, la tecnología o el conocimiento. Tales articulaciones feministas con las prácticas hacker han cambiado mi mirada hacia la etnografía feminista.Por ello, mediante esta comunicación me interrogo qué implica investigar desde los activismos que producen sus propios conocimientos, qué supone reflexionar desde prácticas y sujetos políticos históricamente excluidos y deslegitimados de la construcción de conocimiento académico.A pesar de que diversas genealogías feministas, queer y decoloniales conectan epistemología y política, la consideración de las prácticas políticas como productoras de conocimientos no cuenta con dicha visibilidad y reconocimiento en los ámbitos científicos y académicos.Esta consideración implicaría una transformación radical de nuestras epistemologías, metodologías, prácticas y escrituras etnográficas, así como de nuestras posiciones y relaciones de poder. Supondría, desde mi punto de vista, abrir, desvelar y subvertir la caja negra del conocimiento. En este sentido, reflexiono la etnografía feminista como una forma de hackear las tecnologías hegemónicas de producción de conocimiento académico-científico, en tanto proceso de investigación que, desde los activismos, las prácticas políticas y los conocimientos otros, permite abrir, desvelar y subvertir los mecanismos de producción y validación de conocimiento científico.