En esta comunicación me propongo reflexionar y complejizar mi posición como antropóloga, basándome en una investigación etnográfica en marcha dirigida al estudio de los procesos y prácticas de vinculación en familias adoptivas transnacionales que incluye -además de madres y/o padres adoptivos/as- adolescentes y jóvenes adoptados/as. La pertenencia al campo de investigación ha sido troncal a la hora de iniciar el trabajo etnográfico y situarme en él. Facilidades relacionales, tensiones personales, contradicciones y dilemas éticos son vivencias que se derivan de ello permeando la etnografía. Asimismo, los afectos y las emociones, afectando y moldeando las relaciones establecidas y los propios procesos de investigación, son elementos que resultan fundamentales para repensar el trabajo realizado desde una perspectiva crítica y feminista, influyendo no sólo en las relaciones en el campo, sino en todas las etapas de la investigación. El objetivo de esta comunicación es identificar y problematizar mi propia posición como investigadora, el lugar de enunciación que ocupo, la articulación que tiene dicho lugar con las relaciones de poder insertas en el trabajo de campo, la escucha etnográfica de la emoción y los afectos, y el compromiso con el quehacer etnográfico que, en los casos en los que lo personal y lo académico se entremezclan, adquiere otros matices.